La Iglesia Católica, debe cumplir la misión que le asignó Jesucristo su Fundador.
La Misión, no es otra que ser sal de la tierra y luz para el mundo predicando a Jesucristo y este crucificado.
La persecución y las asechanzas, serán distintivos que siempre portará, por el solo hecho de ser la depositaria de la verdad.
Las persecuciones y asechanzas que ha sufrido por dos mil años, antes que ahogarla, la han rejuvenecido y depurado en su Dogma, su Moral y en su Culto. Debemos creer y afirmar que:"Sangre de Mártires, semilla de cristianos".
La crisis actual de la Iglesia, no tiene precedente: jamás la Iglesia vivió situación tan angustiosa. Jamás el ser fiel al Déposito de la Fe, significó enfrentarse a la jerarquía reinante.
Jamás, el Sumo Pontífice de Roma, su Colegio Cardenalicio, con todos los Obispos del mundo, se habían confabulado con un solo próposito: exterminar la Iglesia desde sus cimientos.
El objetivo de este canal es: sálvese quien pueda, mantengase firme y resista.
La Iglesia Católica, debe cumplir la misión que le asignó Jesucristo su Fundador.
La Misión, no es otra que ser sal de la tierra y luz para el mundo predicando a Jesucristo y este crucificado.
La persecución y las asechanzas, serán distintivos que siempre portará, por el solo hecho de ser la depositaria de la verdad.
Las persecuciones y asechanzas que ha sufrido por dos mil años, antes que ahogarla, la han rejuvenecido y depurado en su Dogma, su Moral y en su Culto. Debemos creer y afirmar que:"Sangre de Mártires, semilla de cristianos".
La crisis actual de la Iglesia, no tiene precedente: jamás la Iglesia vivió situación tan angustiosa. Jamás el ser fiel al Déposito de la Fe, significó enfrentarse a la jerarquía reinante.
Jamás, el Sumo Pontífice de Roma, su Colegio Cardenalicio, con todos los Obispos del mundo, se habían confabulado con un solo próposito: exterminar la Iglesia desde sus cimientos.
El objetivo de este canal es: sálvese quien pueda, mantengase firme y resista.